sábado, diciembre 06, 2008

Desde siempre


Pensé que aquel 6 de marzo iba a ser el inicio de una serie de historias con final feliz, narraciones de alegría, poemas de amor, frases optimistas pensando en un provechoso futuro cercano o inmediato. Pero nada. Nada de eso pasó y ya van nueve meses.

¿La gestación perfecta? No, por el contrario, fue el aborto más cruel y doloroso que pude haber tenido.

No tengo habilidades maternales, pero sí reproductivas, pero eso no importa en este momento.
Hasta ayer me preguntaba por ti: ¿qué habrá sido de tu vida? ¿has cambiado algo? ¿lograste hacerte responsable? ¿Intentaste salir adelante? ¿lo lograste? ¿me has extrañado?...

Si tuviera que responder todo ello yo diría que he seguido el mismo sendero en el que me conociste, cultivando las mismas virtudes y tratando de superar los mismos defectos; casi nada ha cabiado allí.

- ¿Que si he cambiado? He bajado un poco de peso, tal vez me salieron más canas, he recortado mi pelo y me he embarcado en el firme propósito de adelagazar a punta de ejercicios... ojalá lo logre.

- Y claro, sí intenté salir adelante, creo que lo estoy logrando, pero me cuesta mucho sintiéndome solo.

Mi soledad no es porque estoy sin ti; se trata, en cambio, de una sensación extraña, de no sentirme bien conmigo mismo, de querer abandonar mi propia personalidad y adoptar otra que me ayude a salir de este lugar.

Te dije, difícil de explicar.

Quisiera hallar a otra persona, y me quiero arriesgar, pero prefiero quedarme quietecito, esperando, oyendo el viento pasar y a los pajarillos arriesgarse. La melodía que sonaba en mi cabeza cuando estaba solo y me hacía compañía ya no resplandece, y el sol que brillaba en mi cielo para alumbrar mis pesadillas ya no me cautiva con su tonada.

Incesante. Tal vez. Testarudo. Quizás. Precavido, de hecho. Desconfiado, por siempre.
Pero enamoradizo, por naturaleza.