sábado, febrero 23, 2008

Impío









Mejillas redondas y rebosantes de salud, un cordón que ceñía su abdomen prominente señal de los años y de la alimentación abundante (imposible pensar en parásitos en ese privilegiado vientre), una túnica negra impecable y ornamentos púrpuras en los hombros... así se vestía esa conciencia, tan llena de secretos como de pecados -ojalá sean ajenos-. Ese era Monseñor, nuestro arzobispo en cuya piel se respiraba la felicidad por los poros...



- Bah! ¿Para qué lo persigues si no te va a responder nada?-
Me dijo una voz femenina que preferí no reconocer y corrí tras la eclesiástica figura engordada, el arzobispo iba con paso apresurado escapando de la prensa, pero no pudo.

- Monseñor, ¿Qué significa suspender las licencias ministeriales?
Mons.: -Ya he dicho que no voy a declarar sobre ese tema, para mí está terminado.

Así respondió el prelado regional de la Iglesia Católica sobre el escándalo generado por las dos hijas del ahora laico xxxxxxxxxx, a quien hace poco el Arzobispado de Piura y Tumbes prefirió retirarle las licencias ministeriales dejándolo imposibilitado para ejercer el sacerdocio.

Hasta el momento ninguna de mis decepciones se asemeja a esta: un cura -que supuestamente profesa y promueve el cumplimiento de las normas eclesiales-, se olvidó precisamente de aquello que le pidieron cumplir: guardar el celibato... !Aguantarse las ganas de fornicar!; y lo peor de todo: no tiene sólo una hija, cometió el mismo "error" dos veces ya, e incluso empiezan a hablar de una tercera niña...

Para quienes vivimos en Piura y seguimos de cerca este caso, este curita ve al sacerdocio no como una cuestión de servicio, sino como un trabajo por el cual va a recibir una paga; y claro! ¿Cómo va a actuar distinto si se comporta como laico, pero usa la sotana para cobrar por bautizos, matrimonios, o para cogerse las limosnas que muy piadosamente le otorgan los feligreses? ¡¿Hacia dónde vamos?!



Mejor ni hablo de los otros casos "sacerdotales" que conozco... ¡Ellos le hacen daño a la fe! y luego le transfieren la responsabilidad a los laicos por no poner en prática los mandamientos, o los preceptos de la Iglesia, o cuanta regla se nos ha inventado para mantenernos "tranquilos" y sosegar la sociedad.

Aunque no puedo transcribirles todo lo actuado en este escandaloso caso, sí puedo alcanzarles algunos enlaces donde se cuentan los últimos capítulos de esta historia nefasta para la Iglesia:
El curita fue sancionado: Informe 1 e Informe 2
Movió sus influencias para que le levanten la sanción: Informe 3
También peleó por quedarse con una de sus hijas, quería criarla en la parroquia: Informe 4 e Informe 5; para complementar puedes darle un vistazo al Informe 6
El ex reverendo se quedó sin licencia ministerial para ejercer el sacerdocio: Informe 7

Y aunque no tengo nada en contra de los curas, ni de la Iglesia, ni ningún trauma religioso, no deseo ver repetida esta historia en otros lugares. Espero vuestros comentarios.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado, de vez en cuando deberías darte una vuelta por aquellos lugares donde los sacerdotes llegan sólo a cobrar por las regalías de los bautizos, los matrimonios, las primeras comuniones, las confirmaciones, y hasta por las extremas unciones... si quieres una lista al detalle de estos lugares me pasas la voz. Lipe.

Unknown dijo...

HOLA AMIGO :

Acabo de actualizarme en la lectura de tu blog. Caramba, cuantas novedades. Respecto a lo del Ex Servidor de la iglesia. Opino que en lugar de prestar juramento de castidad; lo que deberían hacerse los curas es algo más moderno y que despierte mayor fe del cumplimiento de dicha promesa entre los feligreses... una sencilla operación bastaría, algo que los libere de tentaciones y los haga dedicarse más al sacerdocio... también deberìa el Papa ordenar la gratuidad del servicio religioso y prohibir el enriquecimiento material de los miembros de la curia... además, deberían impartirles en muchos casos algún tipo de instrucción sobre buen trato a la feligresía y sancionar a los curas soberbios y poco amables. La verdad es que el poder de la opulenta Iglesia radica en la superstición de los creyentes y no tanto en el ejemplo que nos dan gran parte de sus pomposos y petulantes representantes (salvando muy honrosas excepciones). En todas las épocas de la historia hay testimonio de ello. Por fortuna, Dios está por encima de la Iglesia. Y, el modelo de hombre cristiano, no es otro sino jesucristo.

Enigma dijo...

Tienen razón Lipe y Abril. No podemos esperar que un hombre como cualquiera de nosotros termine siendo precisamente ese modelo intachable que corresponde a Jesús. Sin embargo, algunos hombres llegan al sacerdocio no por convicción ni afán de servicio, sino por aprovecharse de ese terror que le tiene la gente al juicio final.

Anónimo dijo...

Hola soy Sergio Vilchez alumno del pedagogico de Piura y uno de los denunciantes del cura Castillo. La verdad te felicito por tan detallado artículo. Al igual que tu, yo tampoco tengo nada contra los Sacerdotes y la Iglesia Católica, en tanto soy Católico, pero lo que si me incomoda es que a los feligreses, estos curas, nos manden a hacer penitencias, nos dicen infinidad de cosas en las confesiones y hasta a veces nos hacen sentir recontra mal, aunque ellos NO TODOS terminen siendo igual o peor que que nosotros. Es decir, quién moraliza a los moralizadores. Este caso lo conozco muy bien

Anónimo dijo...

Hola soy un alumno del pedagogico de Piura y uno de los denunciantes del cura Castillo. La verdad te felicito por tan detallado artículo. Al igual que tu, yo tampoco tengo nada contra los Sacerdotes y la Iglesia Católica, en tanto soy Católico, pero lo que si me incomoda es que a los feligreses, estos curas, nos manden a hacer penitencias, nos dicen infinidad de cosas en las confesiones y hasta a veces nos hacen sentir recontra mal, aunque ellos NO TODOS terminen siendo igual o peor que que nosotros. Es decir, quién moraliza a los moralizadores. Este caso lo conozco muy bien