jueves, marzo 06, 2008

Tu espacio





Entiendo que varios días han pasado después de todo este embrollo. Felizmente pasaron rápido y las aguas van volviendo a su cauce. Afortunadamente sigues tú en medio, ¡qué alegría! Gracias a Dios.
Para muchos fue la oportunidad que esperaron largo tiempo por estar contigo, pero para mí era la oportunidad de perderte, y tal vez en serio. Nada de eso pasó. Este corto tiempo me sirvió para algo: darme cuenta de la intensidad de nuestro compromiso, pues siempre termino regresando a ti a pesar de cualquier problema por mayúsculo que sea... y eso debe ser querer.

****

Ayer te comentaba que me encantan tus ojos, aunque muchas veces esas gafas no me dejen disfrutar de ellos; también te dije que tienes unos labios excelentes, y un cabello estupendo... supongo que después en unos cuantos meses de gimnasio te estaré diciendo que tienes un cuerpo A1. Como debe ser! Ja! Porque en este caso el físico es lo de menos, puede más la conexión espiritual entre ambos, y la fuerza de ese enlace.
Te sorprendiste: -Hace tiempo no me lo decías- recordaste. Y es verdad. Simplemente fue uno de esos días en los cuales los pensamientos fluyen por su propia naturaleza y te queman el alma si no los dejas escapar. Además era justo y necesario.

****

Precisamente antes de dormir llegó a mi mente otro chispazo de lucidez: que somos el uno para el otro. ¿O será un chispazo de locura?... prefiero decir lo contrario. Somos sumamente diferentes: tú duermes más, yo como mucho, te gusta más el ejercicio que a mí, guardas menos los secretos (aunque hasta ahora los nuestros no han trascendido a pesar de ser comprometedores), no sé si tu perseverancia es la misma que la mía, aunque supongo que debes tener mucho más que yo para poder soportarme por más de cuatro años ya. Pero eso forma parte de otra entrada en este rincón del ciberespacio. El tuyo, y el mío.

****

Espero vivir lo suficiente para concretar el día en que lleguemos a despertar juntos en la misma cama... y así por mucho tiempo. Aunque se opongan, aunque yo mismo me oponga tal vez. Pero que se realice y seamos felices.
Sé que no tenemos una vida ordinaria, y sé también que no somos personajes ordinarios.. tal vez especiales, tal vez distintos simplemente, tal vez imaginarios, o tal vez más reales de lo que otros quieren creer. Pero estamos aquí, y aquí nos vamos a quedar. Quédate aquí conmigo y acompáñame a seguir. Te quiero.




No hay comentarios.: