martes, enero 24, 2006

Me llegan las ganas

Tengo ganas de agradecerte todo cuanto hiciste por mí. Seguro que no terminaría de hacerlo y tal vez ese hecho es lo que me impide empezar. Lo malo es que he descubierto -con cierto dolor- que muchas de esas cosas se han posesionado en mi espalda como un pesado cargamento, será que cuando teníamos un problema yo sólo atinaba a echármelo a la espalda para solucionarlo.
Sin embargo, debo aceptar que también me trajiste innumerables sonrisas, momentos de satisfacción enormes que tal vez llenaron -en esas ocasiones- el vacío que había entre ambos a pesar de todo.
Lo peor de todo esto es que no puedo decírtelo. Será que no quiero, o será que no puedo, pero siento que no está dentro de mis posibilidades concretarlo. Me parece una idea loca, tratar de explicarte esto lo incongruente, porque estoy seguro que no me creerías; juras que todo lo nuestro hasta ahora es real, tangible... tal vez yo te lo hice sentir así pues pienso que me traté de engañary de paso te llevé conmigo... y sin embargo ahora todo me sabe volátil, etéreo... imaginario...
Pienso en pedir ayuda a mis amigos, pero no sé cómo contarle todo esto. Cuando intento planteárselo a alguien no sé cómo empezar y termino perdiéndome en mis pensamientos, no sabes lo frustrante que es.
Lamento mucho esta situación, pero no sé cómo hacer para salir de ella. Tal vez un día de estos me animo a probar lo que no me atrevo. Sólo espero me creas.

No hay comentarios.: