viernes, enero 27, 2006

No sé por qué lo hice

"Si te abrazo así es porque en verdad te quiero", me dijo mirándome a los ojos después de haberme hecho sentir su pecho tibio sobre el mío. No supe qué decir, tal vez los nervios se apoderaron de mí, pero lo curioso es que nunca me di cuenta de ellos.
Lo cierto es que me abrazó nuevamente, y ahora con más fuerza... y luego vino otro abrazo. Tal vez en su interior también era víctima de los nervios, y hasta me atrevería a pensar que luchaba contra ellos, pues noté su esfuerzo para no mostrar su inseguridad.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de ambos, ya no se podía hacer nada más. Ambos ya teníamos dueños.
Fatal es la casualidad me dije, me viene a decir que me quiere precisamente ahora, cuando ya están cerradas las posibilidades para estar juntos.
Decidí cerrar esas tormentosas puertas desde hace mucho tiempo y ver entre ambos simplemente una amistad. Se lo expliqué antes de ello; le hablé de mi autodefensa y de mis temores mudos, ocultos uno tras otro a lo largo de las incansables noches que nos quedamos conversando una y otra vez... pero creo que no me entendió.
Ahora no sé qué hacer, y tampoco sé por qué no correspondí el abrazo de ese día. Lo peor es que no sé si arrepentirme. De todas formas, me digo para dentro, la vida está heca de bemoles, tal vez después de este se componga una hermosa melodía.

1 comentario:

Mamá de 2 dijo...

Eso de la melodía está muy bonito...

No te preguntes por qué no hiciste, sino haz, en adelante, lo que pienses que es correcto hacer. ¡Ah! Y confía en el subconciente, que a veces nos salva de unas...

Un abrazo, amigo. Gracias por tu comentario.

Con todo mi cariño.